A principios de año en general nos sentimos animados para cumplir propósitos por muy imposibles que en un principio nos parezcan.
Este es mi caso, a principios de este año 2022, el día 2 de enero decidí que volvería a practicar Bikram yoga y me volví a apuntar en el mismo centro donde empecé hace unos 10 años.
No he dejado de hacer deporte en estos años, aunque ya hacía 4 años que no practicaba Bikram.
En esta semana, primera de Febrero, terminé el reto de practicar Brikram yoga 30 días seguidos, si faltaba alguno al día siguiente tenía que practicar dos veces, cosa que ocurrió en alguna ocasión.
Este reto está ligado con otro. Este verano pasado, decidí federarme por mi equipo de natación de mi adolescencia “El Metropole”, que gracias a la pandemia permite que “los Masters” nos federemos, aunque no sigamos siendo socios, si es que no vivimos en Las Palmas de Gran Canaria.
Estoy volviendo a entrenar, volviendo a competir y volviendo a sentir una energía que hacía años no sentía.
¿Cual es la motivación real que mueve este reto de volver a hacer deporte de competición?
Tengo varias motivaciones y a diferentes niveles:
1.- El más evidente es a nivel físico, me siento mucho mejor físicamente, más ágil y fuerte, con energía, con ganas de hacer y conseguir cosas
2.- Mentalmente, también me siento más ágil, fuerte y enfocada en lo que realmente es importante para mi, que además cada vez tengo mayor claridad mental.
3.- Y como tercero y posiblemente el más importante sea mi miedo a envejecer y a la muerte lenta que se va sintiendo con más fuerza a partir de los 55 años, al menos en mi caso.
¿Y el Brikram que tiene que ver con la natación? Por si ya te lo habías preguntado, te doy mi respuesta. La natación me ayuda a fortalecer, pero tenía bastantes contracturas en la espalda sobre todo porque no estiraba lo suficiente y ahora con el Bikram he conseguido alargar y fortalecer mucho más las piernas y la espalda que me ayudan con mi nado.
Todo esto tiene un objetivo a más largo plazo y que podríamos decir que es mi fin en mente a largo plazo y muy estimulante: cruzar El Estrecho de Gibraltar a nado en el verano que cumpla mis 60 años. No es el próximo verano, pero tampoco falta mucho, está lo suficientemente lejos para darme tiempo a ponerme en forma y a comprometerme y lo suficientemente cerca para que no se difumine en el tiempo.
Todo esto te lo cuento para compartir contigo lo feliz y llena de energía que me siento cuando voy cumpliendo mis metas a corto plazo pues sé que me ayudarán a conseguir otra meta a más largo plazo que por el momento me da hasta miedo.
Para calmar este miedo me digo, lo importante no es cruzar El Estrecho, lo importante es todo el recorrido que vas a hacer, el proceso hasta llegar a ese verano de tus 60 años y me digo “lo de cruzar El Estrecho, va a ser la manera de celebrar el haber conseguido todos los otros pequeños retos”.
Te animo a que te pongas retos estimulantes a medio plazo que, aunque te puedan dar miedo sean la excusa perfecta para ir consiguiendo otros pequeños retos que te van acercando al gran reto temido y que además te van a dejar mucho, pues esos pequeños retos tampoco son tan pequeños y te van a ayudar a tener una vida más llena de energía y de felicidad.